Si, aunque he tardado, ya estoy aquí de nuevo para contaros otra nueva aventura y es que las batidoras me traen de cabeza, amigos.
Esta vez he entrado en batalla, ha sido a pelo y a pecho descubierto, como lo hacía Mel Gibson en Braveheart pero sin espada en mano.
La batalla mental
Pues si, la contienda ha sido dura, dura y dura pero no entre marcas sino conmigo mismo ya que esto de encontrar una batidora para hielo puede ser más difícil que cagar padentro. No es difícil encontrar una, es más bien todo lo contrario ya que hay tantas como vendehumos y crecepelos.
Los que ya me conocéis sabéis que tengo una cabeza para hacer sombra a todo un pueblo por lo que me caben ideas de todo tipo y aún me sobran cuadras de almacenamiento para repartir. Digo cuadras y no memoria, en eso le doy la razón a la condesa cuando dice que debo de tener toda la memoria enterita ya que según ella, aún no la he usado.
La verdad, es que cuando me manda al mercadillo medieval a comprar 3 cosas me lo tengo que apuntar en un pergamino o le digo que me mande una paloma mensajera con un mensaje al puesto de verduras de mi amigo Jala Peño con las tres cosas que hay que comprar porque sino no me acuerdo, como no tengo celular, ni whatsapp, es lo que hay. Y eso la pone como un toro echando humo por las orejas. Y tiene razón de ponerse así, pero qué le voy a hacer yo, ya me gustaría tener tanta memoria como cabeza.
Bueno, pues volvamos al tema que como siempre me voy de lo que es importante y este, vuestro humilde servidor, debería seguir las reglas de escritura de la gente entendida que dice que hay que escribir lo que realmente importa que sino la gente se cansa de leer y se va a leer otra historia. Pero a mi eso me la refanfinfla y quien no quiera quedarse pues allá él, que se vaya a leer el Quijote que es más interesante, total voy a cobrar lo mismo, lo que quiere decir nada.
¿Una batidora que pique hielo? Para qué
Pues eso, que con todas esas ideas que corrían por mi enorme chola al final he pensado en comprar una batidora de hielo ya que donde se encuentra mi humilde morada, el invierno es duro y hay nieve y hielo para suministrar a los casquetes polares. Y como yo no soy tonto (todo lo contrario piensa mi esposa), he pensado que en vez de darme un palizón a trabajar con el pico y la pala para quitar el hielo y la nieve de la entrada del castillo sería mas rápido si utilizo una batidora para picar hielo, asi a la vez que lo quito, lo trituro y aprovecho para hacer unos sorbetes de hipocrás para tomarlos con unos aperitivos sentado en el sillón que tengo enfrente de la chimenea de palacio.
No sabéis como me gustan los sorbetes con hielo picado y natural, más que a un vegano los tomates orgánicos.
En la búsqueda estuvo la contienda de la batalla. Mi necesidad, el gran jaleo
Lo que necesitaba, es una batidora quita nieve, lo que es para la mayoría de los mortales una batidora de mano con potencia suficiente para picar hielo. Encontrar una es como buscar un botón en el camarote de los hermanos Marx, un tremendo lío. Menuda confusión cerebral que he tenido entre materiales, vatios, etc, etc, etc. La batalla entre las características de cada una de ellas y mi cabeza me ha dejado más hundido que los Teletubbies en Dragón Ball.
Que si de brazo de acero o de plástico, de brazo fijo o desmontable, con 700, 800, 900,1000, 1200W, con 2 o 4 cuchillas, con cable retráctil o sin retractilar, con enchufe europeo o americano y más y más y mas.¡Buff!, que petardazo casi me pega la cabeza con tanto dato. Ni la física cuántica podía eliminar mis dudas.
¿Pues sabéis lo que he hecho? Pues lo de siempre.
Después de estar mareándome con todo, viendo opiniones y demás he decidido decirle a mi amada esposa que la eligiera ella. Y aunque el interesado soy yo, ya que como he dicho anteriormente la quiero para trocear hielo medieval y conseguir picar las estalactitas de la barbacana para hacer mis sorbetes de hidromiel, hipocrás y batidos frutales, las batidoras de mano pica hielo han podido conmigo y me han ganado la batalla. Así que la condesa me ha elegido la nueva adquisición de mi cocina, ella no se lo piensa tanto como yo.
Mi mujer, la condesa, es como un águila, la primera presa que ve, allá va y si coincide con lo que busca lo compra y a otra cosa mariposa. Eso sí, me ha dicho que ha comprado una batidora con cuchillas de acero endurecido, ya que no habían con acero de damasco que es lo que yo quería para que me durase una eternidad y así poder picar hielo hasta despues de jubilarme.
Además, la condesa me ha dicho que es la mejor batidora para hacer bebidas granizadas con fruta congelada, y como no, también para hacer gazpacho, por lo que aún estoy más contento ya que es una de mis bebida preferidas. ¿Que queréis saber como se hace la poción de mi gazpacho ? Venga va, como sois unos lectores muy majos aquí os dejo la receta de mi potingue bebedizo, por si alguno está interesado en mi brebaje y quiere culturizarse con la dieta mediterránea de la zona española de Andalucia. Para que luego me diga el defensor de los desamparados virtuales que no enseño cosas.
Así que, ahora mismo estoy esperando impacientemente la batidora para picar hielo y en cuanto la reciba en mi casona, grabo el desempaquetado en un trozo de madera y lo subo a la plataforma you medieval tube del monte nubarrón, que es el pico más alto que tenemos en el reino batidor.
¿Igual consigo ser el primer influyente medieval?.
¡Condesa! ¿Qué os pasa a vos y las princesitas? ¿Por qué reís tanto?, ¡Que os va a dar un telele! .
Bueno, pues aquí me despido, no se que habrán escuchado mis hijitas y la condesa que les han dado tanta risa. ¿Será lo de hacerme influencer?, voy a ver qué les pasa, a ver si les van a dar un patatús de reírse tanto.
Hasta luego amigos y compañeros lectores.
P.D. 😲 Esto si que es un buen libro y no lo que yo escribo.
