Saltar al contenido
Batidoras electricas

¡Menos mal que tengo a mis batidoras!. El conde batidor y el menú de los invitados

el conde batidor con un batidor manual

Hola, queridos lectores.

De nuevo estoy por aquí, con mis batidoras. Sí, ya sé que alguno dirá que ya está aquí otra vez el pesado y cansino conde batidor con sus historias ficticias que no se las cree ni él. Pues bueno, ese no es mi problema y yo escribiendo mis relatos me siento más feliz que bugs bunny con 100 kilos de zanahorias. Como he dicho ya alguna vez, quien quiera puede ir a leer el fabuloso libro de “ El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha” o ilustrarse con el Diccionario enciclopédico, que seguro que es mucho más interesante, pero vais a tardar mas de 3 minutos que es lo que se tarda aproximadamente en leer esta fabula.

Hoy en día plantearse hacer una comida familiar en nuestra casa puede ser más difícil que pescar un atún en un río. Que si el matrimonio vegano, el matrimonio carnívoro, el cuñado que se  está preparando un ultramaratón, el que no le gusta el pescado y suma y sigue.

Pero qué le vamos a hacer, cada uno tenemos nuestros gustos y las comidas hay que disfrutarlas, qué sino, para que narices se hacen. Si no podemos disfrutar de una de las cosas que más placer nos da, apaga y vámonos, la comida es sagrada.

Yo, puedo quitarme de ir al tiro con arco y a las clases de espada, pero nunca me quitaré de comerme un buen arroz a banda con alioli (aquí os dejo mi receta en la barbacoa con leña? o una buena crema de patatas y zanahorias acompañado con una buena tortilla guisada de León. Sí, de León la ciudad española, no del animal, que enseguida pensáis mal y creéis que voy cazando todo bicho viviente que anda por ahí suelto.

Al lío, que no acabamos.

Son fiestas en el reino batidor y van a venir a palacio algunos familiares que residen en otros países. Primero, pensamos en ir a comer fuera del palacio para degustar las mejores comidas de nuestra zona, pero no hubo suerte, el mesón estaba cerrado porque el chef de las carnes magras se encontraba indispuesto, se ve que tenía unas cagaleras del demonio por haber comido algo en mal estado. 

¿Y ahora qué hacemos, pensé? ¿Pues como no vayamos al mesón Francés no tenemos dónde comer?.Pero al chef del mesón francés ahora le ha dado por hacer todo con bechamel ¿y si no les gusta a mis invitados tanta bechamel? ¿Y si ya tienen todas las mesas reservadas por otros clientes?. Pues nada, lo hago en palacio y ya está.

En esos momentos no sabía en qué jaleo me estaba metiendo. 

Lo primero fue pensar que carajos hago de comida. Mi mujer, les dijo ya hace tiempo que yo cocinaba muy bien, pero no me apetecía ponerme a hacer comida para 15 personas y que mientras yo estuviese cocinando, que ellos estuviesen disfrutando de unos vinos en la tertulia. Sí, pensaréis que soy un poco egoísta, pero preguntarle al cocinero o cocinera de vuestra casa si le gusta cocinar solo mientras están los demás de cháchara en el jardín tomando unas bebidas, ¿a ver si eso no le molesta?.

Menudo cacao mental tengo en mi cabezón, constantemente me estoy preguntando qué tipos de comidas les gustarán a mis invitados, ¿por qué me habré metido en este lío?. La tarea no va a ser fácil. 

Mi hermana y cuñado que viven en Islandia solo comen pescado, a mi hermano que es pescador de camarones le encanta comer marisco. A la familia italiana de mi mujer les encanta todo tipo de pastas italianas, con los primos vegetarianos no tengo problema ya que construí un huerto en el jardín de palacio y tengo verduras y hortalizas para regalar. Después, tengo un primo carnicero que solo le gusta comer carne y embutidos, este va a reventar un dia como lo hizo sangonereta en la novela de Vicente Blasco Ibañez “Cañas y Barro”, ya que el tio se come los chuletones de kilo en tres bocados y el embutido se lo zampa con la cuerda que los ata. Por último, tengo a otro primo que le encanta el arroz, el brócoli y los huevos, al cual, le he puesto el seudónimo de Forrest Gump, porque es de Alabama y a los 35 años le dio por correr y se recorrió todo el estado. Desde entonces no ha parado de hacer running y ahora con 45 años sigue la misma rutina de ejercicio y dieta.

Como dicen en mi poblado,”Para gustos colores”.

Entonces pensé quién podría ayudarme y ¡voila! hay se me encendió la luz de mi tremenda cabeza, mis batidoras eran lo que necesitaba ya que disponía de una batidora con jarra, otra batidora de pie y brazo que pica hielo y mi ultima adquisición, una batidora con base de pedestal con toda una cacharreria de accesorios para hacer de todo. Así que, pensando y pensando, me dispuse a hacer el menú. Os juro que me entraron ganas de hacer todo a base de trampantojos y reírme un rato, pero eso iba a llevarme mucha faena en la cocina. Ya estaba imaginándome la cara que se le quedaría a mi primo carnívoro comiendo chocolate y almendras en un trampantojo de morcilla de Burgos. 

Lo que sí que tengo claro es que posiblemente mis batidoras puedan salvarme de esta comida familiar, con ellas creo que puedo hacer varios platos y postres sin agobiarme mucho.

El menú Conde batidor

El menú que he pensado es el siguiente:

Para los vegetarianos, una crema de puerro, calabaza y jengibre. De segundo, falafel con yogurt y de postre un gazpacho de melocotón.

Para el carnívoro, hamburguesa de carne. De segundo plato, algún tipo de carne en salsa y de postre pastel de carne. Todo a base de carne, a ver si así se queda a gusto. 

Para los consumidores de pescado, el primer plato va a ser sopa de pescado. De segundo filetes de merluza al horno y de postre un flan de naranja o un granizado de fresas, para que no sea todo hecho con pescado a ver si se les van a poner cara de pez. 

Para el del marisco: Bisque de cigalas con brochetas de sepia y gambas, de segundo mejillones tigre y para postre tarta de la abuela para evitar que tanto marisco le pueda dar un ataque de ácido úrico ya que ese dia no creo que me apetezca tener que acompañarlo al boticario para que le de algún remedio para la gota.

¿Y para Forrest?, para Forrest no utilizo las batidoras, con un buen plato de arroz blanco con brócoli y nueces, de segundo plato, pechuga de pavo con huevos  y de postre, arroz con leche.

¡Ale, ya está!, ya tengo todo el menú, ya solo falta ir a comprar todo y ponerme a hacerlo con mis queridas ayudantas las batidoras. 

Pero eso ya será otra historia, que me estoy quedando sin tinta en el plumero y solo me queda para despedirme de vosotros.

Ah y no dudéis en pasar por el menú de Batidoraselectricas.com por si os han entrado ganas de comprar una batidora como la mía o para ver algun tipo de receta, os lo agradeceré mucho.

Un abrazo y hasta otra, my friends.